El proyecto de Presupuesto 2019 tiene como premisa la marca distintiva del ajuste firmado con el FMI, lo que permitiría –si se cumplen las metas acordadas, todavía en veremos- que no se corten desembolsos comprometidos por el organismo y es optimista en que se llegará a un nuevo acuerdo para adelantar para 2019, los fondos que fueron previamente pactados para 2020 y 2021.

Un dato preocupante en este presupuesto es la proyección de caída de la economía del 0,5%, porque teniendo en cuenta el «optimismo exacerbado» que el propio gobierno reconoce como un error, se estaría ocultando una caída mucho mayor debido a dos motivos, el primero es que existen antecedentes concretos de que después de una gran devaluación como la de este año, sobreviene una gran recesión y segundo, que los motores por los que crece la economía argentina (mercado interno) son muy diferentes a los que adopta el gobierno como puntales en el presupuesto exportaciones).

Veamos un ejemplo tristemente célebre. El proyecto de presupuesto de 2002 estimaba una caída del 4,9% y los datos reales más que la duplicaron (11%).

Por lo tanto, además de proyecciones optimistas y un modelo de crecimiento que no refleja la realidad argentina (crecimiento conducido por exportaciones), el Presupuesto 2019 da indicios sobre qué tipo de país están pensando para la Argentina: un modelo exportador de materias primas, sin valor agregado que deja en caída libre el entramado industrial del país que, con marchas y contramarchas, comenzó con el Plan Pinedo de 1940 y hoy está en riesgo de extinción.

La mayor integración comercial y la decisión de mantener la flotación del tipo de cambio permitirán un crecimiento significativo de las exportaciones.

Proyectamos un crecimiento de las exportaciones en torno al 21% motorizado por el rebote de las exportaciones agrícolas, que cayeron en 2018 por la sequía, la mejora en las exportaciones energéticas como consecuencia del desarrollo de Vaca Muerta y a una aceleración de las exportaciones manufactureras de origen industrial», expresa el proyecto.

Debería saber Cambiemos, que aun durante su Gobierno que llevó el valor del dólar de $9 a $40 -la devaluación más grande del Siglo XXI-, las exportaciones no han crecido.

(*) – Alejandro Robba es economista y coordina la Licenciatura en Economía de la Universidad Nacional de Moreno.