«TIENE QUE SER CADENA PERPETUA PARA TODA LA VIDA», EL DESCARGO DE LA EX PAREJA DE MARÍA ABBONDANZA

Francisco Sarlinga, ex pareja y padre de la hija de María Alejandra Abbondanza, la mujer que fue asesinada en el partido bonaerense de Campana, contó hoy que no conocía al presunto femicida y que, si la familia de este es responsable, que cumpla con la «peor condena».

«Es algo inentendible. Le puede tocar a cualquiera. Es una porquería esta persona. No tienen que nacer porque son dañinas para la sociedad», expresó con dolor Sarlinga en diálogo con Ari Paluch por la AM550.

Durante la entrevista, Francisco contó que estuvo varios años de novio con María y que en dicha relación tuvieron una hija que tiene 15 años y que el día que su madre desapareció se encontraba en la casa: «María salió tipo cinco de la tarde a pasear a Pocho, le avisó a su hija, pero a las diez de la noche cuando la fui a buscar me dice que su mamá no respondía los mensajes».

Al ser consultado sobre cómo maneja este fatal desenlace la menor, Sarlinga respondió que le está explicando, hablándole, y que, por suerte, «está entendiendo».

«A Agustín no lo conozco. Por lo que hablé, mi hija tampoco.
Desconocemos por qué María entró a la casa y queremos saber», manifestó y pidió que si los padres son responsables cumplan con la «peor condena» junto al femicida.

Antes de concluir la entrevista, agradeció el rápido accionar de la Policía para encontrar el cuerpo y a los vecinos por estar pendientes y ayudar para que la joven aparezca: «El perro, Pocho, fue el protagonista. Fue casa por casa. A las cinco de la mañana, apareció en la puerta de Alejandra manchado de sangre. Sabíamos entonces que Alejandra estaba en esa cuadra».

Y agregó: «Ojalá que Cimmineli se lleve la peor de acá hasta el último día. Tiene que ser cadena perpetua para toda la vida, no para 25 años. Es una porquería, ni en una película de terror ves algo así».

Por último, Sarlinga manifestó: «No tiene que volver a pasar.
Lamentablemente María no va a volver y por eso no tiene que pasar nunca más. La sonrisa de Alejandra es lo mejor que me quedó».