Con motivo de una nueva Jornada Mundial de los Pobres, que el Papa Francisco instituyó hace algunos años y que se celebra cada mes de noviembre, el equipo de Cáritas y la arquidiócesis de Buenos Aires compartieron una serie de propuestas y recomendaciones para poder seguir sosteniendo una actitud de caridad y solidaridad con quienes menos tienen.

«Este mes de noviembre, lo queremos dedica,r en nuestra querida arquidiócesis porteña, a poder reflexionar sobre nuestro trato con los pobres, cómo acompañamos, qué desafíos se nos presentan, y poder reconciliarnos también nosotros con nuestras pobrezas», señalaron en un escrito miembros del equipo de Cáritas y representantes de la arquidiócesis.

En ese marco, invitaron a reflexionar sobre la diferencia existente entre el concepto de caridad y solidaridad: «Durante años asistimos quizás a una práctica desencarnada de polaridad ‘arriba-abajo’ en torno a la caridad. Desde arriba, da el que tiene, desde lo que ‘le sobra’, a quien se encuentra abajo, porque claramente no tiene lo que necesita, es decir, el pobre. Este esquema es profundamente real, hipócrita y denigrante», manifestaron.

«En cambio -subrayaron-, la solidaridad aparece como una relación auténtica entre los seres humanos, como signo de ‘genuina preocupación por el otro’, como poniéndonos ‘debajo de su piel’. Pero la caridad renovada -esta es la propuesta-, entendiéndose desde la perspectiva de Jesús, es sumamente empática. Es decir, no solo se puede poner en lugar del otro, sino además mira la realidad desde la realidad del otro. Este es el desafío, de cara a una renovada práctica de la caridad cristiana».

En tanto, afirmaron que la caridad «no otorga dignidad», sino que -señalaron- «cristianamente entendida, ofrece herramientas para encontrar caminos que nos hagan reflexionar, repensar, redescubrir y revalorar la dignidad humana».