La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) le envió una misiva al ministro de Producción de la Nación, Dante Sica, con un conjunto de medidas diseñadas desde las necesidades y la visión de las Pymes, que necesitan respuesta ante los problemas de financiamiento con los que actualmente lidia el sector.

La CAME explicó que «las tasas de financiamiento de las pequeñas y medianas empresas crecieron sustancialmente en los últimos meses, alcanzando niveles incompatibles con la rentabilidad actual».

«Además, se suma que hay pocos créditos accesibles en el mercado para financiar capital de trabajo, compras de maquinarias, insumos o nuevas inversiones que mejoren la competitividad de la empresa, la exportación y el aprovechamiento de las nuevas condiciones que presenta el mercado», agregó.

Además, sostuvo que la adversa coyuntura actual hace que las Pymes se encuentren con altos niveles de endeudamiento, ya que «sus pasivos financieros ascienden a 490 mil millones de pesos, según datos del Banco Central, teniendo en cuenta todo tipo de créditos, con tasas que promedian el 50%-60% anual».

Se trata de dinero que no ingresa al sistema productivo, sino que es drenado en el canal especulativo, informó la CAME mediante un comunicado difundido este domingo a la prensa.

«Las dificultades para pagar en tiempo y forma esas deudas generan una espiral creciente de pasivos que están asfixiando financieramente a la empresa y deteriorando las cadenas de pagos.

Es por ello que CAME elevó al ejecutivo sugerencias que buscan garantizar la supervivencia de las más de 800 mil Pymes nacionales y proteger con ello la creación de empresas y la generación de empleo».

Las propuestas que la CAME le planteó al Gobierno para aumentar el financiamiento son: .

Bajar de 29% a 21% la tasa por los créditos subsidiados para descontar cheques; ampliar el destino de esa línea (21%) y poner a disposición de las Pymes créditos blandos para financiar capital de trabajo, comprar insumos, maquinaria, y financiar exportaciones; eliminar los límites de monto para participar de la línea; poner cupos, en esas líneas de crédito, por tamaño de empresas.

También le trasladó como sugerencia: triplicar los fondos a través del BICE para financiar inversiones Pymes (En 2017 se desembolsaron algo más de $13 mil millones a través de esa entidad en líneas como Primer Crédito Pyme, exportaciones, e inversión productiva con tasas muy convenientes, pero ese monto equivale a apenas el 2,7% del stock total actual de financiamiento, en manos de las Pymes).

Propuestas para ampliar el caudal de financiamiento a la empresa: utilizar parte de los encajes bancarios para financiar a través de la banca pública y privada a las Pymes, a una tasa anual no mayor a 21%; factura electrónica para poner en marcha de forma urgente la factura electrónica que permite descontarla como si fuera un cheque y abrir un nuevo canal de financiamiento; devolver a las empresas los saldos técnicos acumulados en la AFIP actualizados por la misma tasa que ese organismo cobra por deudas atrasadas.

Propuestas para sanear los pasivos financieros de las Pymes: ofrecer una línea a través del BICE a tasas máximas de 20%-21% para cancelar deudas de las Pymes con los bancos que aplican tasas superiores al 50% anual; acuerdo con el Sistema Financiero para renegociar las deudas con las pymes, dándoles un periodo de gracia de tres meses y bonificando desde el Estado Nacional parte de la tasa de interés.

También planteó como sugerencias el hecho de poner topes máximos al CFT que cobran los bancos por créditos personales, descubiertos, descuentos de documento y créditos productivos; suspender todos los embargos de la AFIP a las Pymes hasta diciembre; reformular la actual moratoria con tasas viables (no mayor al 21% anual) y pagables para las Pymes; eliminar impuestos sobre intereses punitorios; y bajar de 25% a 5% el primer anticipo de ganancias.