AG TECH CON EL FOCO PUESTO EN SILICON VALLEY
- 20 septiembre, 2018
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Con el foco puesto en las Agtech, el contingente argentino que participó en el 28º viaje de capacitación técnica a EEUU organizado por INTA y COOVAECO, realizó una visita al Silicon Valley para conocer sobre las nuevas tendencias en tecnologías aplicadas a la producción agropecuaria, agroindustrial y agroalimentaria. Algunos de los avances planteados en la visita se mostrarán en el 17º Curso Internacional de Agricultura y Ganadería de Precisión que se lleva a cabo el 19 y 20 de septiembre en INTA Manfredi.
El seminario sobre las últimas novedades de Agtech se llevó a cabo el 7 de septiembre en las instalaciones de la empresa Royse Law en la ciudad de Menlo Park -Silicon Valley-, una firma que provee soluciones legales estratégicas para compañías, entre las cuales se encuentra la formación de fondos de inversión. En la visita participaron 73 argentinos que fueron recibidos por Roger Royse, CEO de la empresa.
La compañía Royse Law es una de las primeras firmas de abogados enfocada en el creciente sector de tecnología agrícola (AgTech), que representa a productores agrícolas y compañías tecnológicas dedicadas a dar soluciones para la agricultura e inversionistas en empresas de AgTech.
Comenzaron hace 7 años con su división Royse Agtech que tiene por misión apoyar a compañías que desarrollan tecnologías innovadoras para el sector agropecuario, agroindustrial y agroalimentario. Conectan startups promisorias con mercados, sistemas de financiación y socios.
Uno de los temas desarrollados en la visita fue el nuevo sistema digitalizado llamado Blockchain aplicado a la agricultura, entendiendo por ello la carga de datos que definen contenidos de alto valor para la toma de decisiones y el acceso libre e inviolable a los mismos (difícil de “hackear”), evitando muchos asesores e intermediarios. Esto ofrece principalmente más seguridad en el manejo de los datos y la toma de decisiones de manera más rápida y a menor costo.
Es evidente que estamos frente a nueva década de avances en la digitalización de la producción, industrialización, control de mercados y de intercambio de información y manejo económico, en la cual Argentina no puede dejar de ser protagonista si desea ser un jugador agroindustrial clave a nivel global.
Empresas globales como Walmart e IBM, por ejemplo, mediante este sistema de blockchain trazan cadenas de producción de cerdo o de vino en Italia. En definitiva, se trata de darle al consumidor final un producto más trazado y con seguridad de datos, hacer más rápidas las transacciones comerciales y con menor número de intermediarios y de costos.
Otra de las disertaciones a las que accedió el grupo argentino fue la de la empresa SnapDNA que estuvo a cargo de su CEO David Medin.
La empresa ofrece tecnología para una evaluación rápida de patógenos (Salmonella, E. Coli, Listeria, Campylobacter) en alimentos o en sus procesos de producción. Analizan muestras que pueden contener por cada individuo de patógeno perjudicial, trillones de células de alimento u otras células. Según la empresa, la distinción de células patógenas es un desafío de relación señal/ruido en donde la señal son las células patógenas de interés y el ruido son todas las otras células de la muestra. La relación señal/ruido debe ser incrementada para una detección de patógenos confiable. Esto requiere incrementar la señal o disminuir el ruido.
Por más de 30 años la industria ha incrementado la “señal” en las pruebas de alimentos mediante el cultivo de bacterias patógenas para incrementar el número de células en más de un billón de veces. Luego del cultivo se utiliza un análisis de ADN para la detección de los patógenos. Este proceso funciona bien, pero requiere de horas o días para el crecimiento bacteriano y de personal e infraestructura de laboratorio.
La industria requiere de mediciones rápidas de patógenos, esta medición debe brindar los resultados en menor tiempo al del turno de saneamiento de la planta.
SnapDNA ha inventado procesos que permiten la captura de células patógenas vivas en tiempo real y el lavado de las otras células de la muestra; luego se utiliza un análisis de ADN/ARN para la detección de los patógenos. Con este proceso han logrado que el tiempo total desde la toma de la muestra hasta el resultado sea menor a 2 horas.
El sistema distingue células patógenas vivas de muertas y se puede determinar el número de células por muestra debido a que las bacterias no son cultivadas. La captura de SnapDNA es mucho más específica que el cultivo, lo que permite un análisis de ARN más específico y menos errores que los sistemas actuales.
El ensayo de flujo continuo de SnapDNA, según la empresa, captura células patógenas en tiempo real. El sistema no tiene una limitación en cuanto al tamaño de la muestra, lo que permite una mayor significancia estadística. Como el sistema no cultiva bacterias, las pruebas pueden realizarse en un entorno de producción de alimentos con pruebas automáticas y acceso instantáneo a datos basados en la nube. Se puede crear un mapa de calor con puntos críticos para aislación o erradicación en menos de un día. Esto es importante porque permite reducir los tiempos de reposición de los productos en góndola.
Existe un mercado potencial para esta tecnología de 15.000 millones de dólares en 2022 (solo en América del Norte se realizan más de 100 millones de análisis por año), ya que las tecnologías existentes en la actualidad no pueden satisfacer esta demanda.
La tecnología se encuentra actualmente en proceso de pruebas en los sitios y para primer trimestre de 2019 se espera que esté en producción.
Todas estas tecnologías relacionadas al cumplimiento de normativas cada día más exigentes que garanticen la inocuidad y calidad bromatológica de los alimentos trazados deben ser priorizadas por un país como argentina que pretende ser un proveedor competitivo de alimentos de góndola, de alto valor agregado.
La certificación de buenas prácticas agrícolas y ganaderas y de procesos industriales, los nuevos desafíos de la agricultura, ganadería con agroindustrias innovadoras, los nuevos procesos y nuevos alimentos dirigidos y sustitutivos son ya una realidad y el cambio climático y los “procesos productivos circulares” tipo biorefinerías fue otra de las disertaciones que recibió el grupo argentino INTA/COOVAECO de 73 personas que viajaron a EEUU.
En el marco de las disertaciones del Silicon Valley también expuso una empresa que mostró un innovador proceso de desalinización de agua con destino a riego de cultivos intensivos, bebida o consumo animal y/o humano, luego del proceso biológico y para otros usos. Este proceso parte de agua salada y como resultado se obtiene por un lado un bloque de sal y por el otro, agua desalinizada con un costo muy bajo y accesible.
El cuarto tema abordado en el seminario fue la aplicación de plataformas Big Data que manejan datos de diferentes códigos y fuentes informáticas de factores agronómicos y los transforma por entrecruzamiento de datos (inteligencia artificial) en información agronómica y prescripciones u órdenes en tiempo real a procesadores (máquinas) operando “online” en el campo; estos modelos de manejo de datos hoy requieren de mucha y valiosa información local a nivel de lote que argentina todavía no posee en un alto porcentaje del área sembrable.
De todos modos, argentina está en este sentido muy aggiornada con el tema y será una gran oportunidad para avanzar, informarse, capacitarse, relacionarse y descubrirlo en el 17º Curso Internacional de Agricultura y Ganadería de precisión el 19 y 20 de septiembre de 2018 en INTA EEA Manfredi.