La dermatitis atópica suele aparecer durante la niñez y continúa, en muchos casos, durante toda la vida, aunque los especialistas destacaron que los nuevos tratamientos pueden mantener la enfermedad bajo control.

La dermatitis atópica produce insoportable picazón e inflamación de la piel, sarpullidos y puede favorecer infecciones.

Otra consecuencia que habitualmente no se menciona es que es una enfermedad que causa vergüenza en muchos pacientes, sensación de impotencia y problemas en las relaciones sociales, incluso en el trabajo.

La mirada del otro se agudiza frente a los casos más severos y quienes la padecen deben sobrellevar ello también.

El especialista en alergia e inmunología Jorge Máspero, director médico de la Fundación CIDEA, explicó que, con frecuencia, «tanto los niños como los adultos sienten vergüenza a mostrar las lesiones de la dermatitis atópica, que habitualmente se producen en las áreas de flexión de los miembros superiores, detrás de las rodillas y la cara, y también puede cubrir la mayor parte del cuerpo».

«En muchos casos, ello les produce ansiedad, estrés, problemas de comportamiento, falta de concentración, entre otras consecuencias emocionales. Afecta a un 10% estimado de la población mundial y es una categoría de enfermedades llamadas «atópicas» porque muchas veces la padecen las personas que también sufren de asma, rinitis u otro tipo de alergias», explicó Máspero.

Entre los síntomas, se destacan piel reseca, escamosa y con picazón; grietas detrás de las orejas, sarpullidos en las mejillas, brazos y piernas.

«Alternadamente (la dermatitis atópica) mejora y empeora.

Durante las exacerbaciones, se pueden desarrollar lesiones con secreciones o costras por el aumento del prurito, el rascado o infecciones», remarcó el experto en alergia e inmunología.

Máspero afirmó que «no es contagiosa», ya que «las enfermedades atópicas son genéticamente determinadas, es decir, heredadas y se desarrollan en conjunto con la interacción ambiental».

«Suele aparecer durante la niñez en el 80% de los casos y si bien las formas leves pueden desaparecer en otros pacientes, la enfermedad continúa durante toda la vida. Aunque últimamente hay muchos casos de aparición en adultos», aseguró.

La gente que posee DA tiene una tendencia a:

*Piel seca, fácilmente irritable.
*Enfermedades de la piel relacionadas con el trabajo, como dermatitis en las manos.
*Infecciones de la piel, estafilococos y herpes.
*Problemas en los ojos, dermatitis en los párpados, cataratas atópicas.
*Alteración del sueño.
*Dificultades en las relaciones familiares, sociales e intrapersonales.
*Limitaciones laborales.

Factores que pueden incrementar la Dermatitis Atópica:

• DETERMINADOS ALIMENTOS: Una reacción alérgica a algún alimento puede desatar una exacerbación. Esto ocurre en un 30% de los casos. Por eso, bajo supervisión médica y para evitar daños nutricionales, es importante detectarlo. Los pacientes pocas veces tienen alergias a más que uno o dos alimentos.

• TENSIÓN EMOCIONAL: El enojo, la frustración, el estrés, entre otras emociones negativas, pueden perpetuar la dermatitis.

•EL CLIMA: Temperaturas extremas o los cambios repentinos de clima no se toleran bien por quienes sufren DA. La alta humedad causa más sudor, lo que puede ocasionar picazón. Mientras que la poca humedad seca la piel, especialmente durante los meses de invierno.

• EL EJERCICIO: Frecuentemente resulta en sudoración que causa picazón. Por ello, se recomienda utilizar ropa ligera de algodón para reducir el sobrecalentamiento y evitar realizar ejercicio intenso durante las exacerbaciones.

• OTRAS ALERGIAS: Los alérgenos dispersados en el aire, como el polen de gramíneas o los ácaros y epitelios animales, pueden afectar a los pacientes que sufren DA.

Máspero destacó que la mayoría de los tratamientos «utilizan la combinación de estrategias para proteger la barrera cutánea con diversos tipos de emolientes y el uso de cremas con corticoides, las cuales se usan en los casos en que es necesario, u otro tipo de antiinflamatorios locales -como los inhibidores de Calcineurina- los cuales suelen ser suficientes para mantener la afección bajo control».

Sin embargo, detalló que «en las formas más severas este tipo de tratamientos muchas veces no es suficiente y se recurre a tratamientos sistémicos como corticoides y/o inmunosupresores como la Ciclosporina, el Metotrexato, etc. los cuales si bien son eficaces, tienen el riesgo de múltiples efectos colaterales por el uso prolongado».

En ese sentido, el especialista remarcó que «una nueva generación de medicamentos biológicos está por llegar muy pronto a los especialistas que tratan estas enfermedades y son anticuerpos especialmente diseñados para bloquear las acciones de las citoquinas que promueven la inflamación de la piel y el prurito en la Dermatitis Atópica».

«De éstas, la más avanzada y que ya se vende en algunos lugares del mundo (aún no en la Argentina) se llama Dupilumab y logra disminuir marcadamente la afección y el prurito en la mayoría de los pacientes con dermatitis severa, con mínimos efectos colaterales infinitamente menores que los tratamientos mencionados previamente», concluyó.