El ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido sostuvo hoy que no formó parte «de ninguna asociación ilícita» y pidió su sobreseimiento en la causa por los cuadernos con detalles de presuntas coimas en obras públicas durante su gestión.

«Niego total y categóricamente los hechos que se me están atribuyendo. Se trata de afirmaciones imprecisas, desprovistas de tiempo lugar o modo», señaló De Vido, mediante un escrito que presentó ante el juez federal Claudio Bonadio.

En el texto, el ex funcionario aseguró: «No formé parte de ninguna asociación ilícita, hay persecución penal y pido el sobreseimiento».

Según señaló De Vido, la acusación en su contra, iniciada a partir de los cuadernos del ex chofer de su ex secretario Roberto Baratta, no tiene una «descripción clara, precisa y circunstanciada del rol» que se le adjudica en los hechos investigados.

Además, negó ser parte de una asociación que organizaba «un sistema de recaudación de fondos para recibir dinero ilegal y enriquecerse ilegítimamente y de utilizar parte de esos fondos para la comisión de otros delitos» y tildó la imputación de «descabellada».

«Niego haber recibido fondos ilegales en bolsos, bolsitas, sobres, cajas y/o de cualquier otra forma o modo» y es una acusación «falaz», apuntó.

De Vido es el hombre al que Oscar Centeno apuntó como el líder que organizaba los recorridos en su vehículo para recibir los pagos ilegales de empresarios beneficiados con la obra pública que repartía el Ministerio de Planificación.

Tras la declaración indagatoria, para la cual fue trasladado desde el penal de Marcos Paz donde permanece con prisión preventiva por otras causas, De Vido se retiró de los tribunales de Comodoro Py y sus abogados Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro evitaron formular declaraciones a la prensa.

En su escrito, De Vido también cuestionó que la causa esté en poder del juez Claudio Bonadio y lo cerró solicitando su sobreseimiento, algo que el magistrado definirá una vez finalizada la ronda de indagatorias.

Por otra parte, De Vido dijo que nunca utilizó los servicios de «chofer o remisero», en referencia a Oscar Centeno, quien registró en ocho cuadernos presuntos pagos ilegales de empresarios cuando trabajaba bajo las órdenes de Baratta, quien fuera su mano derecha en Planificación Federal.

Incluso, el detenido ex ministro pidió al juez que realice medidas de prueba para corroborar sus dichos: «Sólo se me imputa por haber sido ministro», acusó.