Las ciudades de Ensenada y Berazategui comparten atractivos naturales y ofrece a quienes las visiten, paisajes, historia y las culturas de las comunidades inmigrantes, además de entretenimiento y edificios emblemáticos, se destacó este jueves desde la la Subsecretaría de Turismo de la provincia de Buenos Aires.

A pocos kilómetros de la capital bonaerense, Ensenada es uno de los sitios perfectos para tomar un recreo por su costa, museos, centro pintoresco y el histórico Fuerte Barragán.

«En nuestros 14 kilómetros de costa de río con acceso gratuito tenemos paradores que son parques gigantes para disfrutar del invierno. Allí se puede pasear, tomar mates, comer un asado, charlar alrededor del fogón, y también hay zonas de pesca y campings abiertos y públicos sobre la entrada de diagonal 74», detalló Lucas Tobe, subsecretario de Turismo de Ensenada.

El Fuerte Barragán, ubicado en la intersección de la Avenida Almirante Brown y Camino Regatas, es un lugar histórico donde en 1807 se resistió a la invasión inglesa.

La edificación -del único monumento de la época del Virreinato en la zona- conserva el trazado, la torre y la base de ladrillos originales, que son parte de la reconstrucción del antiguo edificio de adobe.

Por su parte, la Reserva Punta Lara, otro de los destacados del lugar, resguarda la biodiversidad del ecosistema nativo y permite acceder a la naturaleza original de toda la costa rioplatense.

Entre la vegetación, habitada por la mayor población de aves de la Provincia, se destacan los juncales, los pastizales y una muestra de selva en galería.

Este ambiente agreste forma parte del Programa Educativo Ambiental y cuenta con recorridos guiados y espacios como el Arboretum Los Pioneros, el sendero El burrito, el Eco-espacio y un área de plantas nativas.

En tanto, a solo 40 minutos en auto desde La Plata, Berazategui propone una amplia agenda de actividades para visitar en cualquier época del año.

A partir de una mirada histórica y reflexiva, las y los viajeros podrán disfrutar de diversas exposiciones en cuatro museos municipales que ponen en valor el patrimonio y son orientados por mediadores culturales: el Museo Histórico de Berazategui, el Museo del Vidrio, el Museo Taller César Bustillo y el Museo del Golf Roberto De Vicenzo.

El Paseo del Deporte, en calle 148 entre peatonal 14 y 18A, homenajea a uno de los más reconocidos vecinos del pago: Roberto De Vicenzo.

La caminata por este circuito incluye obras de arte en todas sus esquinas y finaliza con una estatua del maestro del golf, tallada sobre 500 kilos bronce obtenidos a partir de la donación de llaves.

Otro circuito natural impactante es el parque Eva Hajduk, ubicado en la localidad de Ranelagh, con sus siete hectáreas arboladas y cuyo nombre homenajea a su creadora, una inmigrante polaca de la década del cincuenta, quien plantó arbustos e hizo canteros alrededor de los andenes de la estación para convertir a aquellos terrenos abandonados en un verdadero paraíso de pinos, cedros, liquidámbares y rosedales.

Ambos municipios bonaerenses son considerados por la cartera provincial como dos destinos de cercanía que se pueden transformar «en el plan perfecto para saborear platos típicos, pasear en entornos naturales, conocer la historia nacional, embarcarse hasta una isla y fascinarse con culturas de las comunidades inmigrantes».