Por primera vez desde 2014, la Argentina consiguió revertir el déficit comercial con Brasil y logró en septiembre un superávit de US$ 6 millones, producto de un fuerte retroceso en el volumen de importaciones como consecuencia de la recesión y la devaluación.

Según un informe de la consultora Ecolatina, en septiembre las ventas al país vecino treparon a US$ 933 millones, con un alza interanual del 13,1%, y las importaciones llegaron a US$ 927 millones, con una caída del 35,2%.

El recorte en las importaciones desde Brasil se explicó principalmente por las menores compras de vehículos de pasajeros, transporte de carga y maquinaria.

En consecuencia, el rojo bilateral con el país vecino se ubicaría en torno a US$ 4.500 millones, mostrando una significativa mejora en comparación al déficit incurrido en 2017 (US$ 8.200 millones).

Por otro lado, las exportaciones se mantienen en expansión, siendo los vehículos de carga y pasajeros y el trigo en grano los que explican mayormente esta dinámica, la cual se dio a raíz de la mayor competitividad cambiaria ganada por Argentina y mayores excedentes en el mercado local.

No obstante, las ventas al gigante sudamericano atenuaron su crecimiento en septiembre producto de la desaceleración en la economía brasilera (las proyecciones de crecimiento para 2018 pasaron de 2,8% en enero a menos de 1,4% en septiembre).

«Para los meses restantes de 2018 estimamos que esta dinámica se mantenga e incluso se profundice teniendo en cuenta los nuevos niveles del tipo de cambio en nuestro país y la mayor recesión esperada», consideró Ecolatina.

«En el mejor de los casos, las exportaciones podrían mostrar algún estímulo adicional en el último mes del año, pasada la contienda electoral en Brasil», indicó el reporte.