Dirigentes agropecuarios de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) realizaron un balance del año y coincidieron en que necesitan un tratamiento diferencial para recuperar «rentabilidad» y «competitividad».

«Se aproxima la época de cosecha y seguimos afrontando los costos más altos de la región», aseguraron los principales referentes de distintos complejos productivos que participaron en la sede de CAME, de la última Mesa Ejecutiva del año.

A lo largo del encuentro, que contó con la presencia de Gerardo Díaz Beltrán, presidente de la CAME, 35 pequeños y medianos productores protagonizaron un nutrido debate en el que analizaron los avances, prioridades y desafíos de las diversas economías regionales.

Entre los principales inconvenientes, los dirigentes del agro detallaron los altos costos que aún afrontan, a lo que se sumaron, en el último tiempo, la reinstauración de los derechos de exportación, y la imposibilidad de acceso al crédito, ante las reiteradas subas de la tasa de interés.

Para poder recuperar la rentabilidad y competitividad perdida, los presentes demandaron un tratamiento diferencial por parte del Estado, mediante políticas destinadas a fortalecer el desarrollo de las economías regionales y, por consiguiente, el arraigo en los pueblos del interior profundo.

Otra de las temáticas abordadas fue la participación en las Mesas de Competitividad Sectoriales y afirmaron que en la mayoría, se mira con beneplácito a los netamente exportadores, se desestima la rentabilidad de las explotaciones agropecuarias pymes, verdaderas iniciadoras del proceso económico.

En relación al bono de 5000 pesos que fijó el Poder Ejecutivo Nacional, los dirigentes celebraron que el sector agropecuario haya sido excluido -en primera instancia- por pedido expreso de la CAME.