Una familia tipo necesitó en julio un ingreso de $20.216 para cubrir el costo de la Canasta Básica Total (CBT) y así evitar caer en la pobreza, indicó el Gobierno porteño.

El sondeo señaló que un hogar compuesto por una pareja económicamente activa, propietaria de la vivienda y con dos hijos, necesitó contar con $9.895,99 para afrontar los gastos de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y no caer por debajo de la línea de indigencia.

La canasta registró, de ese modo, un incremento de 31,5 por ciento frente a julio de 2017.

Esa misma familia debió contar con una entrada mensual de $20.216,01 para no ser considerada pobre, según el informe elaborado por la Dirección General de Estadística y Censos (DGEyC).

En ese escenario, el aumento para la canasta que delimita la pobreza fue de 30,7 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado.

En el caso de un hogar integrado por una pareja económicamente activa y propietaria de la vivienda, el ingreso necesario para no ser indigente se ubicó en $6.002,48, mientras que para no ser considerado pobre fue de $11.691,54.

El informe evaluó que si esa pareja tuvo que pagar un alquiler, precisó $14.805,38 para poder hacer frente al costo de la Canasta Básica Total, que define la línea de pobreza.

Para una pareja de jubilados y propietarios de la vivienda, el costo de la Canasta Alimentaria tuvo un costo de $4.996,66, mientras que el valor de la que toma en cuenta otros bienes y servicios fue de $10.073,03.

En tanto, un hogar de un adulto de 25 años, económicamente activo y propietario de la vivienda; tuvo que contar con una entrada de $3.244,59 para no ser indigente y con $7.320,32 para no ser pobre.

El sondeo también se refirió al «ingreso total familiar teórico por estrato» para una familia tipo y precisó que el rango para pertenecer a la «Clase media» se ubicó a partir de los $32.132,05.

Para ingresar en el denominado «Sector medio frágil» esa misma familia tuvo que contar con un ingreso de entre $25.705,64 y $32.132,04.