Luego de perforar los US$ 37 mil millones, las reservas del Banco Central cerraron la semana en US$ 37.063 millones, luego de que la entidad monetaria lograra comprar unos US$ 125 millones en los últimos días.

De hecho, el miércoles se alzó con US$ 80 millones, la mayor cifra desde fines de junio. La estrategia para alzarse de divisas tiene un efecto lento que en las próximas semanas evidenciará si puede sostener.

En paralelo, el Ministerio de Agricultura analiza mecanismos para mejorar el valor que los productores reciben por la soja, y el lunes habrá otra reunión con técnicos de la Mesa de Enlace.

Para el economista jefe de la consultora ACM, Jorge Neyro, el Gobierno tiene «demasiados frentes abiertos». «El problema de reservas es lo primero que el nuevo ministro de Economía intentó atacar. La decisión del Banco Central de pedirle a los exportadores que adelanten el ingreso de dólares a cambio de pagarles una tasa, es como alquilar reservas», señaló.

En cuanto a la quita de subsidios, estimó que tendrá escaso impacto este año. «Es una medida que hacía falta, pero para este año está llegando tarde por las necesidades fiscales del Gobierno.

Ahorrar $ 50.000 millones es una cifra muy pequeña. No se puede hablar de un shock tarifario», dijo Neyro en declaraciones a Noticias Argentinas.

En este escenario, los dólares alternativos volvieron a subir pero como consecuencia de la aparición de fondos externos que desarmaron posiciones. El contado con liqui, el dólar que usan las empresas, superó los $ 300, mientras el blue cerró la semana a $295.

Referentes del mercado y analistas económicos mencionan la necesidad de «más definiciones» sobre el rumbo económico y consideran clave la visita que el ministro Sergio Massa realizará a Washington en la primera semana de septiembre.

Para los analistas, otra medida relevante de la conducción económica fue la suba de la tasa de referencia del mercado, que saltó de 60 al 69,5%, en un intento del Banco Central para frenar el traspaso de inversores de pesos a dólares.

Matías Surt, economista de la consultora Invecq, consideró que la suba de tasas impulsará la demanda de pesos pero sólo «por un tiempo». «Si no hay cambios en materia fiscal y cambiaria entonces en algún momento esto va a dejar de funcionar», alertó.

Los especialistas reconocen la intención de Massa de atender el frente fiscal, que viene siendo el Talón de Aquiles de la economía argentina desde hace 15 años.

El economista Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, dijo que el ministro de Economía «mostró la intención de ajustar un poco más en lo fiscal».