El jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró hoy que las dificultades económicas no llevarán al gobierno a abandonar el «camino del cambio» que votaron los argentinos en 2015.

«Estos son momentos difíciles pero útiles para recordar la perspectiva. Es bueno analizar en perspectiva cuál es el cambio que votaron los argentinos en noviembre de 2015», dijo el funcionario al disertar en el Consejo de las Américas. .

Peña dijo que siempre hubo una tensión, desde el inicio del gobierno de Mauricio Macri, dado que se planteó una discusión entre aquellos que creían que era un cambio de matiz y los que aseguraban que el cambio era de raíz.

«Estábamos en una Argentina que se había acostumbrado a ser una economía cerrada y una democracia débil y corrupta», afirmó el funcionario ante unos 250 empresarios, antes de pedirles que confíen en el modelo económico que promueve Cambiemos.

Peña agregó: «No somos iluminados que queremos reinventar o refundar la Argentina. Escuchamos a los argentinos que todos los dicen que el cambio tiene que ser de verdad, de raíz, y no ya con parches que corto plazo».

El funcionario consideró que todas las tensiones de «ese cambio de raíz» se fueron expresando de distintas maneras.

En ese sentido, dijo que algunos plateaban que las dificultades económicas iban a hacer abandonar el rumbo del cambio, pero los argentinos dijeron que no, que estaban decididos a apoyar el cambio y por eso el Gobierno «no abandonará el camino».

Señaló que la Argentina tuvo en 2018 un primer cuatrimestre de los más potentes en materia de crecimiento y e inversión y al mismo tiempo, en la calle había tensión porque no se sentía ese crecimiento.

«Algunos piensan que solo se puede crecer a partir del consumo: solución que no funcionó en ninguna economía del mundo, mucho menos en un momento de integración política y económica más importante de la humanidad», afirmó.

Peña indicó que el Gobierno ha enfrentado turbulencias como una sequía histórica, suba del petróleo, un cambio de contexto financiero y comercial en el mundo centralmente a partir de la tensión entre Estados Unidos Y China.

«Y eso dejó expuestas las vulnerabilidades de la Argentina», dijo Peña y añadió: «Somos el país que más veces ha mentido y engañado al resto y que demuestra una y otra vez que no está dispuesto a buscar el equilibrio fiscal para depender de sus propios recursos».

En ese escenario, Peña dijo que el FMI no viene a resolver los problemas de la Argentina ni a generar nuevos problemas, sino que viene a acompañar al país «en este proceso de transformación, en un barco que tiene múltiples averías y dificultades».

«Últimamente ocurrieron nuevas turbulencias que nos recuerdan que somos parte de un mundo, aunque haya un canto de sirena que nos dice que podemos resolver las cosas aislándonos del mundo.

Surgió Turquía y sus problemas», dijo Peña.

El funcionario afirmó que el Gobierno está decidido a «eliminar la corrupción, promover la competencia y generar transparencia. La llamada causa de los cuadernos nos trajo de vuelta como un grito la realidad de los problemas estructurales que debemos cambiar de raíz».

Sostuvo en ese sentido que «la corrupción es una afrenta, una cachetada a los argentinos, principalmente a los que menos tienen.

Eso nos generó más dudas, cuando los mercados nos exigen mayores certidumbres».