El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, defendió hoy una «respuesta común» de la Unión Europea a la crisis migratoria y, concretamente a la situación del buque Lifeline, que lleva cinco días esperando poder atracar en algún puerto con 230 inmigrantes rescatados en la costa de Libia.

«Lo importante es dar una respuesta común a un desafío común. En ese sentido, España estará en la respuesta común que demos, en este caso al buque Lifeline, pero tiene que ser común, europea, de distintos países», dijo Sánchez en conferencia de prensa junto con la canciller alemana, Angela Merkel, en Berlín.

El líder socialista remarcó que España es un «país solidario» y así lo demostró con el caso del barco Aquarius, cuyos 630 inmigrantes a bordo fueron acogidos nueve días atrás en el puerto de Valencia ante la negativa de Italia y Malta a abrir sus puertos.

Sin embargo, no se plantea una nueva iniciativa unilateral, sino que pretende coordinar una respuesta común con el resto de jefes de Estado y gobierno de la UE.

La situación actual representa un «desafío humano» y España lo está afrontando «con enormes dosis de responsabilidad» y «una actitud absolutamente constructiva, integradora», aseguró Sánchez.

Por el momento, Italia y Malta, los dos países más cercanos al buque de rescate Lifeline, atendido por una ONG alemana, siguen cerradas a recibir a los inmigrantes.

El gobierno francés, no obstante, negocia con el maltés el desembarco de los inmigrantes en sus costas.

«Una solución europea parece dibujarse en este momento» y «sería un desembarco en Malta», señaló el vocero del gobierno francés, Benjamin Griveaux, en una entrevista a la emisora RTL.

Como ya ocurrió con el Aquarius, Francia se ofreció a enviar un equipo para tratar de forma individualizada las demandas de asilo, explicó el vocero del presidente francés Emmanuel Macron.

La situación a bordo del Lifeline, que se encuentra a 25 millas marítimas de Malta, es «preocupante», según denunció la ONG alemana, ya que el buque está abarrotado y las condiciones meteorológicas se deterioraron.

El barco recibió comida de parte de Malta para dos días más, pero los suministros se están acabando, remarcan.

Sin mencionar el caso del Lifeline, Merkel también defendió una respuesta conjunta de la UE a la gestión de la inmigración y afirmó que los países miembros se tienen que «repartir la responsabilidad» para llegar a acuerdos con los países de origen y tránsito.

Asimismo, instó a la Comisión Europea a «ayudar más a España» si la llegada de inmigrantes se incrementa, como ocurrió en la crisis de los refugiados de 2015 con Grecia.

Los líderes de la UE celebrarán una cumbre este jueves y viernes en Bruselas con el desafío de encontrar una «solución europea» a la gestión de la inmigración, un tema que revivió la crisis política del bloque comunitario a raíz de la llegada al poder en Italia de un partido xenófobo como la Liga Norte, que gobierna en coalición con el también euroescéptico Movimiento Cinco Estrellas.