El titular del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi, afirmó hoy en el Senado que los despidos en la agencia de noticias oficial Télam «no fueron un capricho» sino parte de un «análisis exhaustivo» y ratificó que «no hubo sesgo ideológico».

Acompañado por el presidente de Télam, Rodolfo Pousa, y el vice de esa agencia, Ricardo Carpena, Lombardi se presentó ante la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión del Senado y reiteró muchos de los argumentos que expuso durante su visita a la Cámara de Diputados el 11 de junio.

Durante la audiencia no hubo conflictos, salvo por el pedido a un grupo de trabajadores de Télam que se presentó en el Salón Arturo Illia de que bajaran los carteles que decían «No a los despidos» y «Lombardi miente», lo que generó un momento de tensión al inicio de la reunión, rápidamente controlado por el senador Alfredo Luenzo, presidente de la comisión.

«Los despidos en Télam no son un capricho, son la consecuencia lamentable de un problema de larga data», indicó Lombardi, al tiempo que ratificó que se llevaron a cabo 354 desvinculaciones y que «no hubo sesgo ideológico ni fue una cuestión coyuntural, sino que responden a un análisis exhaustivo» de la situación de la agencia.

Al respecto, señaló como problemas de la agencia la existencia de «44 delegados con fueros sindicales», las «61 medidas de fuerza» que se realizaron desde el desembarco del nuevo directorio de la agencia, luego de que Cambiemos asumiera el Gobierno, y el «vergonzoso ausentismo».

Además, señaló que «solo el 4 por ciento de los ingresos de la agencia provienen de clientes, el resto es aporte estatal» y subrayó que entre 2003 y 2015, la planta de trabajadores pasó de 479 a 926, con un pico en los últimos meses de la gestión de la ex presidenta Cristina Kirchner.

Si bien afirmó que tienen «plena conciencia de la angustia que generan los despidos», Lombardi remarcó varias veces que el objetivo central de la gestión de Télam es «recuperar la credibilidad».

Sobre esto hizo hincapié también Pousa, quien reiteró a lo largo de su exposición que su idea es recuperar la idea de que «si lo informó Télam, es verdad», tras cuestionar el perfil que la agencia tuvo durante el gobierno del kirchnerismo.

Tras subrayar su objetivo de hacer de Télam «una agencia eficiente», el director del medio afirmó que «el ausentismo supera el 30 por ciento» y que «la producción de notas es de 0,7 por ciento sobre el total del personal».

Respecto de las corresponsalías en el interior del país, Pousa indicó que «no fueron desmanteladas pero varias estaban inactivas», tras lo cual detalló que desde allí se redactaban «nueve cables promedio por mes y no contestaban los teléfonos».

Durante la reunión no hubo estridencias, pero las senadoras justicialistas Norma Durango y Beatriz Mirkin le manifestaron a Lombardi su «total repudio por la manera en que se tomó la medida» de los despidos.

Durango consultó además «por qué ningún funcionario se presenta en la agencia desde hace más de 40 días», a lo que Lombardi respondió que se vive «un ambiente de fuerte hostilidad y amenazas» en los edificios tomados, aunque garantizó que se está trabajando para «normalizar la agencia cada día un poco más».

Por su parte, la entrerriana Sigrid Kunath, también justicialista, quiso saber si hay más despidos previstos, ante lo cual el titular del Sistema de Medios Públicos respondió: «Estamos buscando la sustentabilidad de la empresa y creemos que ése es el número que va a generar una empresa sustentable».