La decisión se conoce en el marco de la política de apertura de importaciones del gobierno de Javier Milei. La empresa, que operaba en Argentina desde 1917, se reconvertirá en una importadora de sus propios productos, que ahora traerá desde Brasil.

El secretario general de la UOM, Abel Furlán, lamentó la decisión: «Mientras el mundo cuida su producción, Argentina abre sus puertas a todo lo importado. SKF se va a reconvertir en importadora y perdemos puestos de trabajo«.

La empresa, por su parte, lo atribuyó a una «reestructuración global» para «asegurar nuestra competitividad».

Qué era SKF: el foco en su producción

SKF no era solo una fábrica de rodamientos. Con 650 empleados y dos plantas (Tortuguitas y Rosario), la compañía era un proveedor integral para la industria y el mercado automotriz.

Se instaló en Argentina en 1917, solo diez años después de su fundación en Suecia, y en 1972 comenzó su fabricación local. En 2015, había inaugurado un moderno edificio corporativo y un «Centro de Soluciones (Solution Factory)» para la producción de sellos mecanizados en Tortuguitas.

SKF ofrecía soluciones integrales de mantenimiento industrial y proveía a sectores clave como la automotriz, aeroespacial, energías renovables, naval y de semiconductores.

Su oferta se dividía en dos grandes áreas:

  • Mercado Industrial
    • Rodamientos de todo tipo (a rótula, cilíndricos, de bolas, de alta precisión)
    • Sellos y obturaciones
    • Sistemas y soluciones de lubricación
    • Mecatrónica
    • Herramientas de mantenimiento y equipos de monitoreo de condición
    • Productos de transmisión de potencia
  • Mercado Automotriz (Liviano y Pesado)
    • Kits de distribución (correas y tensores)
    • Bombas de agua
    • Crucetas, semiejes y juntas homocinéticas (CV joints)
    • Rodamientos de rueda (rulemanes)
    • Crapodinas y actuadores hidráulicos
    • Grasas y retenes

El contexto del cierre

El cierre se da en un contexto crítico para la industria local. Según la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), la producción cayó 5,2% interanual en septiembre y las importaciones alcanzaron «porcentajes históricos récord».

Un obrero de la firma difundió una carta donde asegura que la empresa no está en crisis (facturó 9.300 millones de dólares en 2024), sino que aplica «una política deliberada de ajuste patronal y reconversión industrial» para trasladar operaciones a países con menores costos laborales.

fuente NA