La beba de un año que fue olvidada por su padre en el interior del auto familiar en la localidad bonaerense de Santos Lugares durante nueve horas murió por «hipertermia y asfixia», de acuerdo con la autopsia realizada en su cuerpo.

Según se conoció en forma extraoficial, las pericias indican que la pequeña, que se llamaba Catalina, falleció cerca del mediodía de este lunes, por lo que se estima que habría resistido unas cinco horas, de las nueve total que permaneció encerrada en el auto de su padre.

En tanto, el hombre, de 36 años, iba a ser indagado en las próximas horas por la fiscal Alejandra Aillaud, del Departamento Judicial de San Martín, que intervino en el caso.

El trágico hecho se produjo durante la mañana de este martes en la esquina de las calles Doctor Ceraso y Avenida La Plata. de esa zona del partido bonaerense de Tres de Febrero.

En el momento en el que se produjo el episodio, la temperatura exterior rondaba los 26 grados, por lo que se estimaba que en el interior del auto Peugeot 308 totalmente cerrado podría haber llegado a doblar esa marca.

Todo se inició cuando el hombre en cuestión llevó a su esposa al trabajo y en el asiento de atrás iba la beba de nombre Catalina: según comentaron los vecinos, la pequeña debía ir a una guardería, de acuerdo a la rutina que solía seguir el automovilista.

Al regresar a su casa olvidó que la pequeña estaba atrás y entró a su vivienda.

Nueve horas más tarde, al darse cuenta del olvido se dirigió al vehículo y allí encontró a la nena sin signos vitales, por lo que llamó a una ambulancia.

De inmediato arribaron al lugar los médicos y trasladaron a la nena a un hospital cercano, pero a pesar de las tareas de reanimación de los médicos falleció.

El padre entró en estado de shock y fue contenido por los doctores primero y luego, tanto él como su familia, por personal especializado del equipo de Atención a la Víctima del Municipio de Tres de Febrero: de todas maneras, fue aprehendido para investigarlo por la presunta comisión del delito de homicidio culposo.

Vecinos del hombre definieron al hecho como «una tragedia» y algunos afirmaron que había sufrido recientemente un accidente cerebrovascular (ACV) que había dejado secuelas como la pérdida de memoria.